lunes, 28 de mayo de 2012

Garzas en las Cinco Villas

Buenas de nuevo!

Siguiendo con la pila de fotos que tengo acumuladas durante tantos meses de inactividad bloggera, hoy vamos con varias especies de la familia de los ardeiformes (garzas).
Este invierno he tenido la oportunidad de observar en varias ocasiones distintas especies de esta familia caracterizada por sus largas patas, cuellos sinuosos y picos largos y rectos (estupendos arpones de pesca). La zona de las Cinco Villas es un lugar estupendo para observar estas aves, debido a la gran cantidad de charcas, acequias y cultivos de arroz que hay en la zona. La especie más frecuente es la garza real, aunque también pueden observarse garcetas comunes y grandes, garcillas bueyeras y si se tiene suerte, garzas imperiales, martinetes y avetoros (aunque para este último hace falta muuuucha suerte).
La garza real (Ardea cinerea) es la más típica, con sus patas largas, pico amarillo como una lanza y plumaje gris, negro y blanco. Alcanza los dos metros de envergadura y uno de altura, siendo la mayor ave de esta familia. Esta especie vadea las charcas, orillas de ríos y cultivos inundados en busca de ranas, peces, pequeñas culebras y roedores, a los que captura con un movimiento seco y rápido de su cuello.

Inmóvil mientras espera el momento

Otra especie bastante común es la garceta grande (Egretta alba). Algo menor en tamaño que la garza real, es sin embargo un ave preciosa, de color blanco intenso con el pico amarillo. Su dieta es similar a la de las aves de esta familia, aunque suele capturar sus presas en ambientes más secos, normalmente cultivos, siendo menos común observarla pescando en ríos y zonas relativamente profundas.

 Garceta grande estilo punk (menudo cierzo aquel día)

Primos buscando el desayuno (garceta grande delante y juvenil de garza real detrás)

La última especie que os dejo es la garcilla bueyera (Bubulcus ibis). No es ni de lejos la más espectacular, pero me resulta muy graciosa, especialmente cuando come (ahora veréis). Para empezar, es la única garza que se alimenta principalmente de insectos. Pero claro, un ave de casi un metro de envergadura necesita mucho insectos para sobrevivir. ¿Y dónde los encuentra? Pues siguiendo a la mayor fuente de garrapatas, pulgas y demás fauna chupóptera: el ganado. Es una risa cada vez que me encuentro con varias de estas aves subidas en los lomos de un rebaño de ovejas (el animal más estúpido del mundo), como si fuera un Mc Auto.

Por favor, pase a ventanilla a recoger su pedido, gracias.

Salu2 desde las avutardas!!

P.S. Todavía sin estar plenamente recuperado de la despedida. Tig e Isa, grande!!!

miércoles, 23 de mayo de 2012

De vuelta al nido

Hola de nuevo
En vista de la cantidad de material nuevo que tengo (tantos meses sin darle al blog hace que las experiencias y las fotos se vayan acumulando), me lanzo con el segundo post en tres días.
Durante los últimos dos meses, en el trabajo, he estado inspeccionando distintos puntos en busca de nidos de alimoche y águila real, para ir controlando la ubicación de parejas, datos muy útiles ya que se trata de dos especies protegidas.
El águila real (ya le dediqué un post en su día) es una especie que construye sus nidos en dos ubicaciones posibles; repisas en paredes rocosas y árboles de buen tamaño. La elección de estos lugares está clara: cuando tu nido llega a medir 2 metro de diámetro, necesitas un soporte amplio y firme. El águila construye su nido con ramas, muchas veces recubierto con hojas y pinaza; este nido lo reutiliza año tras año, aportando nuevos materiales en cada temporada de celo, por lo que su tamaño llega a ser enorme.

Hembra de águila real en el nido


En los últimos dos meses he localizado cinco nidos de águila real (algunos de ellos con la ayuda inestimable de Inés, mi jefa), tres en cortados rocosos y dos en pinos. Aquellos construidos en repisas de acantilados están ocupados (la hembra es la que incuba la puesta, normalmente de dos huevos), pero la decepción han sido los ubicados en árboles, ya que al inspeccionar la zona encontramos restos de cáscaras de los huevos. Es probable que cayesen debido al fuerte viento que sopló los días anteriores, especialmente en uno de ellos, realmente mal construido sobre un pino tan pequeño que se había secado debido al peso del nido.


Restos de un huevo de águila real

El nido se ha cargado el pino

La otra especie que he seguido estos meses es el alimoche, aunque en este caso sólo he conseguido localizar dos nidos. Esta carroñera construye su nido en repisas rocosas de cantiles y barrancos, también con ramas tapizadas de lana, pieles, trapos, etc. El tamaño del nido es bastante grande (también lo usan año tras año), aunque no tanto como el del águila. Aquí os dejo un par de fotos:


A resguardo, mejor

Me muero de ganas de ver los pollos! Os iré contando.
Salu2 desde las avutardas!!





lunes, 21 de mayo de 2012

De vuelta a las andadas (Milano negro)

Hola a tod@s
Si, ya se que esto llevaba una larga temporada muy abandonado, pero después de muchos meses de seguir pateando campo he decidido retomar el blog, espero que para alegría de mis escasos lectores (si es que después de estos meses de parón aun me queda alguno jejeje).
La verdad es que no se muy bien por donde tirar para retomar el hilo. Han sido tantas cosas en estos meses... Desde días alucinantes observando aves hasta sabotajes de mi coche (esta se merece un post aparte), poco a poco os iré contando todo.
Creo que lo mejor va a ser seguir ampliando nuestro bestiario con una nueva especie, el milano negro (Milvus migrans).
Se trata de una rapaz carroñera, de tamaño medio (hasta 1,5 metros de envergadura) y color oscuro (aunque no negro), abundante en Aragón, ya que se adapta bastante bien a casi todos los medios (desde sotos de ribera hasta zonas de secano). Tiene un vuelo ágil, gracias a la cola ahorquillada típica de los milanos, lo que le permite capturar reptiles, roedores y aves, aunque su alimento fundamental es la carroña.

Ejemplar de milano negro en vuelo

En el mes de marzo comenzaron a llegar los primeros ejemplares (se trata de una especie estival), pero fue hace un mes aproximadamente cuando comenzó su actividad desatada con el celo y la puesta (de hecho tengo localizados un par de nidos en la ribera del Ebro). En estas semanas he tenido un par de encuentros divertidos con ellos, que me han procurado alguna foto curiosa.
El primero fue en la zona de Tauste, cuando al pasar con el coche me fijé en un ejemplar posado en un tejado. Lo curioso era que estaba completamente rodeado de gorriones y palomas, que no mostraban la menor preocupación ante la presencia de la rapaz.


Convivencia pacífica

El segundo fue la semana pasada, realizando ensayos de permanencia de carroñas (vamos, que pones unos pollos muertos y cuentas cuánto tardan en desaparecer). La presencia de tan apetitosos manjares (es un decir, porque los pollos están hechos un asco) congregó a una docena de milanos negros que se dieron un banquetazo. Excepto un ejemplar juvenil que apenas podía colarse entre los adultos para robar un bocado de carne. Afortunadamente, al final consiguió su objetivo y logró escamotear un pedazo, del que dio buena cuenta posado en una caja-colmena abandonada.

Con la tripa llena todo se ve mejor

Hasta aquí por hoy, prometo no dejar esto abandonado y contaros los atrasos y las novedades poco a poco.
Salu2 desde las avutardas!