en las avutardas: Rapaces nocturnas (Cetrería III)

Tengo que reconocer que esto del curso de cetrería es una mina para mostraros nuevas aves en el blog, así que hoy vamos con algunas de las especies más simpáticas: las rapaces nocturnas, concretamente los búhos.

Búho real (Bubo bubo)

Contrariamente a lo que piensa mucha gente, los búhos tienen una vista estupenda, y son capaces de cazar tanto de día como de noche. No obstante la principal diferencia con las rapaces diurnas es su sentido del oído. Mientras que los halcones y águilas tienen un oído de sensibilidad parecida a la del oído humano, las rapaces nocturnas presentan este sentido muy desarrollado, tanto que ¡son capaces de oír a un ratón mordisquear un grano de trigo a 300 metros de distancia! Esto se debe a que tienen los pabellones auditivos asimétricos (uno está ligeramente más alto que el otro). En España existen diferentes especies de rapaces nocturnas, desde los pequeños autillos y mochuelos hasta el enorme búho real (alias el Gran Duque), pasando por las lechuzas, cárabos, etc.

Nuestro primer personaje de hoy es el búho chico (Asio otus). Se trata de un pequeño búho de unos 35 cm de longitud y aproximadamente 200 gramos de peso. Se caracteriza por sus dos mechones de plumas en la cabeza, que parecen orejas pero no lo son. Este simpático predador gusta de cazar roedores desde un tocón de árbol, abalanzándose sobre ellos al escucharlos royendo alimentos o moviéndose entre la hojarasca. El ejemplar que os enseño se llama Crispín, y tuvimos la suerte de volarlo la semana pasada en el curso.

Crispín, siempre atento

Casi como un loro

Disfrutando del sol y la comida

¿El nuevo fichaje de Estela?

Pero sin lugar a dudas, la más impresionante de nuestras nocturnas es el Gran Duque, el búho real (Bubo bubo). Con cerca de 80 centímetros de longitud y más de 1,5 metros de envergadura, alcanza hasta los 4 kilos de peso. Este gigante es el terror de la noche, capaz de cazar desde un ratón hasta un cervatillo, pasando por otros búhos y aves de presa, conejos, palomas y un largo etcétera (en una ocasión vi uno persiguiendo a un zorro entre los romeros). Está sumamente adaptado a casi todos los medios, prueba de ello es que puede encontrarse prácticamente en todo el hemisferio norte. En el curso conocimos a Bufón, búho real de la subespecie Bengalensis (algo más pequeño que el europeo, pero aun así impresionante).