Después de esta semana trasegando campo, tenía ganas de escribir este post, con algunas de las especies más espectaculares de nuestros cielos. Tengo que reconocer que, pese al calor que me he tragado, han sido unos días geniales, con un montón de observaciones de aves impresionantes.
El martes me tocó moverme por Tauste, donde tuve la suerte de encontrarme con este magnífico ejemplar de águila culebrera europea (Circaetus gallicus) que utilizaba como oteadero un ciprés.
Esta impresionante rapaz (hasta 1,8 metros de envergadura) pasa los veranos surcando los cielos de la Península en busca de reptiles (lagartos y serpientes son sus presas favoritas). Ni siquiera las serpientes venenosas escapan a sus garras, gracias a sus patas escamosas que le protegen de los mordiscos de los ofidios. Es inconfundible por su parte inferior blanca moteada y su cabeza parda de grandes ojos amarillos.
El martes estuve por los montes de Zuera, realizando prospecciones de rapaces forestales, y tuve mucha suerte al avistar hasta siete ejemplares de águila real, entre adultos y juveniles, además de culebreras, aguilillas calzadas y milanos reales (a uno lo sorprendí mientras devoraba una paloma recién cazada).
Ejemplar juvenil de águila real posado en una torre de alta tensión (fijaos en las garras)
Milano real (Milvus milvus), inconfundibles sus colores
Pero lo mejor de la semana me esperaba el jueves en la zona de Tosos. Ya os conté hace unos meses que estuve por allí en busca de nidos de águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), sin demasiada fortuna. Así que después de toda la mañana haciendo tasas de vuelo y transectos en las planicies de Herrera de los Navarros, decidí darme una vuelta por los barrancos y cortados (reconozco que sin muchas esperanzas, pues la época de nidificación toca a su fin). Cuál fue mi sorpresa cuando, al revisar uno de los acantilados rocosos, descubrí dos ejemplares adultos posados en un arbusto que colgaba de las rocas. La cosa no había terminado porque minutos después, dos ejemplares juveniles emergieron de una repisa para emprender vuelo con uno de los padres (hora del curso de caza jeje). Siento no incluir fotos de los juveniles, pero como estaban volando y la luz a las dos de la tarde es horrible, no ha salido ni una foto decente.
Los progenitores oteando sus dominios
En vuelo, simplemente impresionante
Lo curioso de esta rapaz (una de las mas amenazadas de España; en Aragón quedan menos de 30 parejas) es que realiza puestas de dos huevos, de los que normalmente sólo queda un pollo viable. Así que esta pareja ha resultado ser unos superpadres, esperemos que les acompañe la suerte y puedan seguir sacando nidadas para ayudar a recuperar la especie.
Salu2 desde las avutardas!!
Impresionante, este año he estado 2 veces en Tosos y solo vi un ejemplar sobrevolando el embalse altísimo, ya que era un ave que no había visto todavía. Que vaya bien.
ResponderEliminarYo es la primera vez que consigo verlas desde cerca y la verdad que que me han dejado alucinado. Vaya potencia en el vuelo...
ResponderEliminarLas dos veces que había estado este año me pasó lo mismo, sólo vi una sobre los pinares de Las Torcas y muy lejos. Cuestión de perder tiempo revisando cortados, y sobre todo de tener bastante suerte, espero que la haya
Salu2